Tras denuncias sobre acumulación de basura en el Bulevar del Río, las autoridades locales defendieron las labores de limpieza y señalaron que comerciantes y ciudadanos también deben asumir su parte en el cuidado del espacio público.
La Alcaldía de Cali se pronunció frente a las recientes quejas ciudadanas sobre el estado de limpieza en el Bulevar del Río, uno de los corredores peatonales más representativos del centro de la ciudad. En respuesta a los videos y publicaciones que circulan en redes sociales mostrando acumulación de residuos, la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Bienes y Servicios recalcó que la Administración sí está cumpliendo con las tareas de mantenimiento.
Aseo diario, pero falta compromiso ciudadano
Noralba García, directora de esta dependencia, subrayó que la limpieza del espacio público es una responsabilidad compartida entre el gobierno, los comerciantes que operan en la zona y los usuarios del espacio. Recalcó que el compromiso de las autoridades es constante, pero no suficiente si no hay corresponsabilidad.
El esquema de limpieza inicia todos los días desde las 3:00 a.m. con el operador Ciudad Limpia, encargado de recoger los residuos más visibles. Posteriormente, a las 5:30 a.m., Fundocol lleva a cabo labores específicas como lavado con hidrolavadora, barrido y limpieza de bancas y mobiliario urbano. Según las autoridades, sin este trabajo programado, el sector podría convertirse en un foco de contaminación.
Desde la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, su director Camilo Murcia también intervino en la discusión pública, asegurando que aunque algunos establecimientos cumplen con la correcta disposición de sus residuos, otros incumplen y ya han sido sancionados. Además, criticó que ciertas publicaciones en redes sociales surjan justo antes del paso de los equipos de aseo, generando una percepción distorsionada.
García también advirtió sobre el alto volumen de residuos que se genera en calles aledañas como la Calle 10 y la conocida ‘Calle del Sabor’, donde muchos ciudadanos dejan desechos tras consumir productos comprados en los establecimientos. Aunque se mantienen las labores de limpieza, las autoridades insisten en que la sostenibilidad del espacio público depende del comportamiento colectivo.
