Al menos 12 personas, incluida una niña de 8 años, han muerto como resultado de la explosión de
los dispositivos. El Pentágono ha negado cualquier vínculo con el ataque.
En lo que parece ser un sofisticado ataque a distancia, los buscapersonas
utilizados por cientos de miembros de Hezbolá explotaron simultáneamente en
Líbano y Siria.
Todo apunta a que detrás de este suceso hay una cuidada operación de
inteligencia. Hay cerca de 3.000 heridos y al menos 12 fallecidos, entre los que se
encuentra una niña de 8 años.
Un funcionario estadounidense dijo que Israel informó a Estados Unidos sobre la
operación en la que se detonaron pequeñas cantidades de explosivos secretados
en los localizadores de miembros de Hezbolá. La persona habló bajo condición de
anonimato porque no estaba autorizada a discutir la información públicamente.