La autoridad ambiental busca sustituir la palma de cera por especies forestales vivas que no están en riesgo de extinción.
El DAGMA, a través del Vivero Distrital, preparó 2.000 plantas ornamentales que serán entregadas gratuitamente a los feligreses en distintas iglesias de Cali, durante la apertura de la Semana Santa (Domingo de Ramos).
Este programa hace parte de las acciones de educación ambiental, con las cuales se busca sustituir los ramos elaborados con hojas de palma de cera por especies forestales vivas.
Luis Humberto Sevillano, coordinador operativo del Vivero, reveló que el proceso para que los jardineros tuvieran listas las 2.000 plantas de 21 especies diferentes comenzó en diciembre de 2024.
La iniciativa de sustituir el uso de la palma de cera (Ceroxylon quindiuense) ha contado con el apoyo de la Arquidiócesis de Cali y busca fomentar el respeto y la armonía con la naturaleza, erradicando el uso de una especie forestal en riesgo que, además, es hogar de animales como el loro orejiamarillo y el tucán esmeralda.
Además de esta iniciativa educativa, el DAGMA y la Policía Ambiental, con apoyo del Ejército Nacional, están desarrollando desde el pasado 5 de marzo (Miércoles de Ceniza) operativos de inspección, vigilancia y control (IVC) al tráfico de flora y fauna silvestre en las entradas y salidas de Cali, terminales de transporte y plazas de mercado.
Para tener en cuenta
La palma de cera (Ceroxylon quindiuense) es considerada la más alta del mundo, alcanzando hasta 60 metros de altura. Su crecimiento es muy lento: tarda alrededor de 70 años en madurar y hasta 100 años en alcanzar su tamaño máximo. La ampliación de la frontera ganadera y el uso de sus ramas en procesiones religiosas durante la Semana Mayor la han puesto en la lista de especies en riesgo de extinción.
La reproducción de esta monocotiledónea es muy limitada, ya que solo produce semillas cada cinco años.
Las plántulas de esta especie requieren la penumbra de un bosque natural, y entre su germinación y la aparición del primer tallo pueden pasar hasta 53 años. Esto permite dimensionar el impacto que tiene en su conservación la utilización de sus hojas para elaborar ramos que solo se usan una vez durante la celebración religiosa.