El pasado lunes 21 de octubre los vallecaucanos se vieron sorprendidos cuando se informó por el Director general de la CVC Marco Antonio Suárez del operativo cumplido por la autoridad ambiental para rescatar un cocodrilo o caimán aguja de cerca de 3 metros de largo, el cual se encontraba en una vivienda del casco urbano de la ciudad de Palmira. El funcionario manifestó su inconformidad por que estos animales no son domésticos y deben estar en su hábitat natural. En el seguimiento a la noticia , hablamos con la persona que tenía el animal y contó la historia.
Se trata del señor, Jesús Leonardo Escobar quién convivió por más de 50 años con el cocodrilo hembra a quien llamaba cariñosamente como la “ ñata” de quien contó que le fue regalado a su padre en 1970 por el comandante de la policía de la época que no tenía dónde tenerlo tras haberlo incautado a los comerciantes de fauna protegida.
Don Jesús dijo que El y sus hermanos crecieron con Ñata y nunca sufrieron riesgo alguno, porque siempre le dieron cariño y en el patio de la casa le adecuaron una pileta para que no sufriera por la falta de humedad.
Pollo, carne de res y hasta pescado era la dieta que le proporcionaba la familia Escobar a este reptil de quién todo el barrio Bizerta conocía de su existencia.
La CVC a través del biólogo Gustavo Trujillo, en un informe preliminar sobre el estado de este caimán aguja reveló que el animal tiene apenas la mitad de su peso ideal, una masa en la mandíbula y dificultad para mover una de sus patas.
“Presenta una masa en la parte de la mandíbula y el posicionamiento del miembro superior izquierdo no es el adecuado, por lo que tiene que hacer movimientos que no son los naturales de la especie”, explicó Trujillo Barrientos.
Los expertos valoraron que ‘La Ñata’ no podrá ser devuelta a su hábitat y se estudia la posibilidad mantenerla en cautiverio, pero con mucho más espacio y con una laguna con profundidad, para que pueda hacer termorregulación.
*Descripción de la especie*
Crocodylus acutus, más conocido como caimán aguja o del Magdalena, habita en las cuencas del Caribe, Magdalena y Pacífico de Colombia.